El pasado 16 y 17 de diciembre se disputaba el «43 Rallye Isla de Lanzarote», el cual finalizaba la temporada automovilística en Lanzarote, y en Canarias.
Como signo de identidad este Rallye resulta muy duro en varios aspectos, por un lado se castiga bastante la mecánica, al ser tramos muy rápidos donde se exige casi el 100×100 a las monturas y por otra parte la mayor parte de los tramos no perdonan los errores, que en la mayoría de los casos obliga a abandonar la prueba.
En esta ocasión el rallye estaba programado con una sesión nocturna el día 16, con el tramo «Haría – Los Valles – El Mojón», con 15,3 kms, muy atractivo, por la dificultad de algunas zonas, con la posibilidad de existencias de niebla, que afortunadamente no hizo presencia.
El resto de tramos se desarrollaría a lo largo del sábado 17 con los clásicos «San Bartolomé – La Candelaria» y «Tegoyo – Tías», tramo que se repetiría en parte con el llamado «Casa Heidi – El cercado», En total el rallye contaría de 307 kms, de los cuales 71,60 kms serán cronometrados (23,3%).
Para nosotros tras un comienzo de toma de contacto, con gran precaución en el tramo nocturno, hacemos el primer tramo sin contratiempo, con gran ilusión de afrontar la etapa del sábado. Llegado el sábado comenzamos con el tramo «San Bartolomé – La Candelaria», donde comienzan a surgir algunos problemillas, que nos hacen bajar el ritmo en el último del tramo, al desplazarse la mangueta en la sujeción con el amortiguador, haciendo que la dirección se cierre, dando sensación de inseguridad en la conducción.
Solucionado este problema continuamos con el desarrollo del rallye, hasta llegar a la segunda pasada del tramo «San Bartolomé – La Candelaria», donde se nos presenta un problema de pérdida de potencia en el vehículo, en este caso como a poco más de un kilómetro de la llegada, observamos que vamos dejando un humareda de humo blanco, y que el coche ya no rinde como debiera, por lo que nos obliga nuevamente a bajar el ritmo y tratar de llegar a meta, cosa que logramos, pero vemos que la máquina no está para seguir con la prueba y nos obliga a abandonar el Rallye al finalizar el tramo.
A pesar del abandono vemos que poco a poco vamos cogiendo ritmo de carrera y teniendo más confianza a la hora de afrontar las zonas rápidas, ahora toca reflexionar para solucionar este problema mecánico y esperar la nueva temporada.
Como siempre dar las gracias a familia, amigos, colaboradores y patrocinadores que con su ayuda y apoyo hacen posible que podamos estar aquí.
