El pasado 21 de noviembre se celebraron las subidas de Fataga y la de San Bartolomé de Tirajana, ambas en la misma jornada, la primera en horario de mañana y la segunda en horario de tarde.
Dada la ausencia de pruebas en nuestra isla, Lanzarote, por causas que resultan difícil de entender, más allá de la incoherencia y el inmovilismo que nos persigue desde hace décadas, nos vemos obligados una vez más a desplazarnos a Gran Canaria con el fin de participar en las pruebas automovilísticas que allí se celebran.
Estas dos subidas tienen un trazado bien diferenciado, por un lado la de Fataga tiene un trazado bastante técnico y que requiere bastante conocimiento del asfalto, para establecer los puntos de entrada en muchas de sus curvas, algunas de ellas bastante rápidas, en cambio el trazado de San Bartolomé recuerda más las carreteras de Lanzarote, por lo que por lo menos a mi se me hace más cómoda.
El planteamiento para estas dos pruebas, al igual que las de la presente temporada se basaba simplemente en terminar ambas, sin tener puesto el ojo sobre el cronómetro, disfrutar de la oportunidad estar al volante de un coche de rallye y volver a casa con los mismos tornillos con los que salió.
Dar las gracias como siempre a la familia, a la afición, que se portó de maravilla, también a la asistencia, Orlando, Roberto, y el resto de gente que nos acompañó desde Lanzarote, que no me se los nombres de todos, y también nuestros patrocinadores y colaboradores: Ayuntamiento de Haría, Casa Santa María Vivienda Turística en Mala, Construcciones Domingo Betancor, Librería Papelería Arrieta, Piensos y Abonos Teneguime, Restaurante Volcán de La Corona y GT Turbo Parts.
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