Por fin llegaba el 42 Rallye Isla de Lanzarote, días 10 y 11 de diciembre, última prueba del campeonato insular de Lanzarote, al que llegábamos tras haber tenido problemas mecánicos en el Rallye Sprint de Yaiza. Nos vimos obligados a reconstruir el motor en busca de fiabilidad, llegando a este rallye con apenas unos 100 kilómetros de rodaje, que apenas nos sirvieron para dejar la máquina a punto.
En esta ocasión nos ha tocado llevar el dorsal número 37 adosado a nuestras puertas.
Llegado el viernes de verificaciones, sin tener claras nuestras posibilidades, pero con la idea de terminar la prueba, a priori dura con el hándicap del primer tramo nocturno, donde se presagiaba frio y niebla, y ciertamente se dieron las dos a la vez. Tras pasar las verificaciones sin contratiempos, y después de ciertas dudas en cuanto a la elección de neumáticos, nos decantamos definitivamente por compuesto medio, a pesar del frio, pero con la certeza de que no llovería a lo largo de la noche.
Iniciamos el tramo nocturno con algo de nerviosismo, noche muy cerrada, con niebla en la zona de las Nieves, haciéndonos pasar un mal trago durante casi un kilómetro, donde apenas podíamos ver el asfalto, y con la sensación de no saber por donde andábamos. Una vez disipada la niebla retomamos el ritmo y poco a poco nos fuimos encontrándonos más cómodos, salvo un poco de fatiga en los frenos, llegamos a meta sin más contratiempos, siendo una especie de alivio, después del mal momento de la niebla, y con gran alegría al ver que nos habíamos ubicado en el puesto 21 del tramo, toda una sorpresa para nosotros.
Llegado el sábado queda el grueso del rallye, con los tramos de «Tegoyo – Tías», «La Candelaria – San Bartolomé» y «Haría – El Mojón», yendo de menos a más, nos damos cuenta que poco a poco vamos arañando puestos y que el coche no presenta apenas problemas, y nos vamos sintiendo cada vez más cómodos. Finalizando la primera pasada del tramo «La Candelaria – San Bartolomé», el coche se nos queda sin corriente, quedándose completamente parado a la altura del complejo agroindustrial, gracias a que actuamos rápido nos dimos cuenta que se había averiado el alternador y producido un cortocircuito en su interior, lo que nos obligó a desconectarlo completamente y realizar el tramo de «Haría – El Mojón» a batería, y sin dirección asistida, a pesar de ello se pudo realizar el tramo casi con normalidad, notando pérdida de potencia en la parte final del tramos, ya que la batería había perdido mucha carga.
Por suerte tocaba asistencia tras este tramo y se pudo sustituir el alternador averiado, quedando otra vez listo para repetir el bucle de tramos realizado en la mañana.
Finalmente iniciamos el segundo bucle, donde se repetían los tras tramos anteriormente indicados, los cuales realizamos sin contratiempos, donde disfrutamos mucho y sentimos el calor de la afición que se encontraba a lo largo de los tramos. En estos tramos seguimos escalando puestos, siendo nuestra sorpresa cuando al finalizar el último tramo vemos que estamos en el puesto 13 de la general y tercer puesto tanto en grupo TA y en Categoría 1, cosa que ni en sueños nos hubiésemos imaginado antes de empezar el Rally.
Tanto Martín Orestes (piloto) y Kímberly G. Suárez (copilota), queremos agradecer a quienes nos han ayudado y apoyado en este Rallye.
Nombrar a los patrocinadores y colaboradores:
Ayuntamiento de Haría, Viviendas Vacacionales en Mala Lotus del Mar, Construcciones Domingo Betancor, Librería Papelería Arrieta, Piensos y Abonos Tenegüime, Volcán La Corona, Grúas Mederos y GT Turbo Parts.
Nombrar especialmente a nuestra asistencia: Daniela Camacho, Orlando de León y Aythami Betancort
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