El sábado 22 se celebraba la 45 edición de la Subida de Haría, en un día perfecto, aunque algo soleado, en el que habíamos puesto nuestras ilusiones y esfuerzo tras el abandono en el Rally de la Villa de Teguise.
Ya con los ajustes de días anteriores se detectaba que algo no cuadraba a la hora de hacer los reaprietes de la junta de culata recién puesta, ya que una vez se le hizo un pequeño rodaje, así como mantenerlo a ralentí largo rato para que se asentase, en los reaprietes de rigor se detectaba que de forma inexplicable la tornillerías que sujeta el conjunto aparecía con muy poco par, teniendo que girar la llave más de 30 grados, y apareciendo todas las válvulas totalmente pisadas, otro indicio de lo que estaba pasando y dando a entender que algo no iba bien.
Tras lo sucedido en carrera y desmontar se ve claramente donde estaba el problema, y que luego tuvo sus consecuencias en la carrera, es que la junta de culata se había aplastado, perdiendo altura sensiblemente, deformándose completamente al no soportar el par de apriete habitual en estos casos y nada exagerado (8.5kg/cm), a consecuencia, posiblemente, por algún defecto no detectado en el montaje, lo cual hizo que se deformara, a pesar de no tener kilómetros encima.
A pesar de ello no nos queda más que aprender de este hecho y tener en cuenta para la próxima que hay que fiarse más de la intuición, teniendo en cuenta que ya había indicios de que algo no iba bien, esto nos sirve de aprendizaje.
No todo es negativo, ya que a pesar del este contratiempo, con respecto a la conducción y como se ha afrontado la situación durante la carrera y sobre todo en la primera pasada de entreno que llegamos a terminar, pudimos constatar que somos capaces de gestionar situaciones sobrevenidas, donde pudimos controlar la situación de aumento de temperatura en la pasada de entreno, pero a la hora de intentar hacer un tiempo, en la primera oficial, y a pesar de no forzar en exceso, la junta dijo basta en el cilindro tres, lo que nos obligó a tirar por la opción del abandono para evitar males mayores en el motor.
Felicitar a todos y todas la participantes, afición, organización y familia que sin todo este conjunto no sería posible participar en estos eventos.
Ahora, si todo va bien y esta vez haremos las cosas con más sentido común y sin prisas, nos veremos en el RallySprint de Yaiza.
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